
Se acerca el cambio de hora. La madrugada del próximo 27 de marzo toca avanzar el reloj una hora…¡una hora menos que dormimos! La llegada del horario de verano tiene los mismos efectos en adultos y en niños. La principal diferencia es que un adulto entiende lo que está pasando. Por el contrario, un bebé generalmente necesitará tiempo para restablecer sus hábitos y ajustar su reloj interno.
¿Cómo le puede afectar a un bebé este cambio de hora?
Aunque este cambio de horario, generalmente, afecta menos, se suelen ver cambios en las siestas, en la hora de acostarse y de despertarse por la mañana. Si la cosa se tuerce durante varios días seguidos y la falta de sueño se va acumulando, podrías ver en tu peque señales de hipercansancio tales como irritabilidad, mal humor e, incluso, excitación.
Entonces, ¿qué hago?
Tienes dos opciones: no hacer nada o actuar con antelación al cambio e iniciar un proceso de adaptación unos días antes. Cada bebé es diferente y su situación de descanso también, puede ser un gran dormilón, tener muchos despertares nocturnos, una latencia de sueño muy larga, siestas complicadas,….Por lo que te recomendamos hacer lo que mejor veas que le conviene para que no pierda horas de sueño.
Opción 1: no hacer nada
Puedes hacer vida normal siguiendo vuestras rutinas y horarios siguiendo la hora que marca el reloj. Por ejemplo:
El sábado 27 de marzo acuesta a tu peque a la hora que soléis hacerlo. Después cambia los relojes, adelantándolos una hora. Ya habrá llegado el horario de verano a vuestra casa. Al día siguiente, continúa como si nada hubiera pasado. Si tu peque normalmente es un súper madrugador, es posible que se despierte a una hora más decente.
Recomendamos despertar a tu peque entre las 7.30h y las 8.30h, para evitar que duerma hasta más tarde y que la presión de sueño durante el día sea la adecuada tanto para las siestas como para la hora de dormir. Esto le ayudará a ir regulándose y a ajustarse sin problema al nuevo horario.
Dos recomendaciones más:
- Sigue los periodos de vigilia. Puedes encontrar una tabla descargándote nuestra Guía gratuita para ayudar a tu peque a dormir mejor.
- Atención a las señales de sueño.
Opción 2: adaptación
En el caso del cambio al horario de verano, hay que tener en cuenta que se pierde una hora de sueño. El truco está en adelantar la hora de despertarse, de las siestas y la hora de acostarse unos 10-15 minutos cada dos días. Esto también implica ir adelantando gradualmente los horarios de comidas. Eso sí, siguiendo siempre las rutinas de sueño que tengáis establecidas en casa. Se puede empezar alrededor de una semana antes del cambio con un ajuste gradual en las rutinas para dormir.
Consejos generales
- Reducción de estímulos y luz.. Una o dos horas antes evita el uso de pantallas y minimiza la exposición a luz brillante. Crea un ambiente oscuro en su habitación.
- ¡A despertarse con energía! Si los primeros días le cuesta despertarse a la nueva hora, despiértalo para que empiece el día.
- Durante el día, luz natural. La exposición durante el día a la luz del sol es una gran ayuda para la sincronización de los relojes biológicos.
- Ir a dormir temprano. Es importante seguir manteniendo una hora temprana para ir a dormir, aunque haya más luz. ¿Un truco? Baja los niveles de luz en casa como mínimo una hora antes de empezar la rutina para dormir.
- Prioriza las siestas. Es importante que tu peque esté bien descansado para que la transición sea más fluida.
- Oscuridad en la habitación desde que se va a dormir hasta que es hora de empezar el día
- Flexibilidad. Además de fijarte en el reloj, presta atención a sus señales de sueño.
- Paciencia y constancia. Todos los cambios conllevan un tiempo de adaptación. Si ves que le cuesta un poco el nuevo horario, dale tiempo.
Si necesitas ayuda para mejorar el sueño de tu peque o quieres que hagamos una valoración de vuestro caso, escríbenos. Juntos veremos cuál es la mejor manera de ayudarle a descansar mejor en el caso de que necesitéis nuestro acompañamiento.