cambio bebe cuna a cama

La transición de la cuna a la cama suele ser un cambio importante y la mayoría de padres temen el momento de hacerlo, sobre todo si su peque está durmiendo bien. Por esta razón es crucial preparar la transición para hacer el cambio del entorno de sueño de la manera más adecuada. Lo primero de todo: elegir el momento. Hacer el cambio demasiado pronto puede provocar problemas para dormir, resistencia a la hora de acostarse y dificultades para mantener el sueño.

¿A qué edad se recomienda el cambio?

No existe una edad estricta en la que un niño pequeño esté listo para pasar a una cama. Generalmente hacen el cambio en cualquier momento entre los 18 meses y los 3 años y medio, idealmente lo más cerca posible de los 3 años. Este amplio rango de edad significa que hay algunos factores a considerar antes de realizar el cambio, ya que el momento puede ser diferente para cada niño y cada familia. 

Un estudio publicado en 2018 (Caregiver-perceived sleep outcomes in toddlers sleeping in cribs versus beds) concluyó que: “dormir en una cuna en lugar de una cama se asocia con una mayor cantidad y calidad de sueño informada por los cuidadores de los niños pequeños en los países occidentales. De acuerdo con las recomendaciones de la práctica, aplazar la transición de la cuna a la cama hasta los 3 años puede beneficiar el sueño de los niños pequeños en contextos occidentales.”

En este sentido, nosotras recomendamos que los peques duerman en la cuna hasta los 3 años.

Señales de que tu peque no está preparado 

  • Si tu peque tiene dificultad para conciliar el sueño, tiene múltiples despertares nocturnos y necesita ayuda para volver a dormir o empieza el día a las 5h de la mañana, es posible que este cambio empeore la situación. Lo mejor sería primero trabajar en unos hábitos de sueño que le permitan descansar bien.
  • Está contento en su cuna. Algunas familias introducen la cama porque se supone que deben hacerlo a cierta edad. Hay peques que habiendo cumplido los 3 años, siguen durmiendo en la cuna y están encantados. Si todavía está por debajo del límite de peso y altura de su cuna, no es necesario hacer ningún cambio. La transición llegará de manera natural cuando un día tu peque te pida dormir en una cama de mayores.
  • El autocontrol es uno de los factores que hará más fácil la adaptación al cambio para dormir en una “cama de niño mayor”. El autocontrol es un comportamiento aprendido y la libertad de una cama puede ser demasiado para algunos peques, que acaban por tener regresiones de sueño.
  • Si tu peque se está adaptando a otro cambio (escuela infantil, mudanza, operación pañal, nuevo hermanito…), no es recomendable iniciar el proceso. 
  • Si durante el día observas que a tu peque le cuesta respetar los límites, el cambio a la cama puede empeorar su descanso y no permanezca en su espacio de sueño para dormir, lo que se traducirá en excursiones nocturnas.

En ocasiones, un peque puede dar señales confusas. Hay peques que cuando aprenden a ponerse de pie, sienten curiosidad e intentan salir de la cuna. Si es tu caso y ves que claramente no está preparado para el cambio, una buena opción es usar sacos de dormir, le costará levantar la pierna para escalar y salir de la cuna. 

Otro de los momentos más frecuentes para hacer la transición es la llegada de un hermanito. Sin embargo, podría no ser el mejor momento para hacer el cambio si tu peque todavía no está preparado para ello.

Vuelve a la cuna si es necesario

Si observas que las noches se complican mucho y hay rabietas importantes a la hora de ir a dormir, es posible que tu peque no estuviera listo para hacer el cambio. Es importante prestar atención a cómo se adapta y se siente tu peque en la transición. En la mayoría de casos, es normal que durante unos días muestre cierta resistencia para irse a la cama, que le cueste conciliar el sueño o que salga de su espacio de sueño durante la noche. 

Si es necesario, podéis volver a la cuna. No es hacer un paso atrás, para nada. 

En conclusión

No siempre es fácil saber cuándo un peque está listo. Por este motivo, es importante saber interpretar bien las señales para no anticipar o precipitar el cambio, ya que podría provocar dificultades para conciliar y mantener el sueño. 

Siempre recomendamos hacer la transición de la cuna a la cama lo más cerca de los 3 años por varias razones:

  • Es importante que el espacio de sueño sea seguro y que sea adecuado a su edad. 
  • El entorno de sueño debe facilitar el descanso y ayudar a tu peque a tener el descanso reparador que necesita. 
  • El tamaño del espacio de sueño debería evolucionar al ritmo (y tamaño) del peque. La mayoría de peques se sienten inseguros al dormir en espacios muy grandes, lo que podría provocar desvelos nocturnos.

Según declaraciones de la experta Lisa Meltzer comentando el estudio antes citado «los adultos tienden a ver las cunas como jaulas, pero no es así como las ven los niños». También afirma que a los peques “les gustan los espacios pequeños porque se sienten seguros y cómodos con ellos. Si ves a los niños pequeños jugar, les gusta hacerlo debajo de la mesa o en cajas grandes».

Cursos recomendados

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Babysleepsolutions Amelia Hunter

Cuidamos mucho el contenido de este blog, por lo que todo el equipo participamos en él. Esperamos que nuestros consejos te ayuden a mejorar el sueño de tu peque y que la información que encuentres aquí te ayude a descubrir y entender cómo funciona el sueño infantil.

¡Felices sueños!
EQUIPO BABY SLEEP SOLUTIONS

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